En un rincón muchas veces olvidado de Chile, Jacqueline Hernández Monroy lidera una cruzada silenciosa pero decidida: prevenir el suicidio, ese dolor invisible que arrebata vidas en silencio. Trabajadora social de profesión y activista por vocación, Jacqueline Hernández es la fundadora de la organización “Servicio a la Familia Rescatando Vidas Chile”, una fundación que trabaja en comunidades vulnerables donde la desesperanza parece haberse instalado como una vecina más.

Su historia empieza en 2019, cuando un suicidio infantil sacudió su comunidad rural. A partir de ese hecho trágico, Jacqueline Hernández lideró un diagnóstico sobre conducta suicida en jóvenes, analizando variables como el apoyo social percibido, autoestima, desesperanza, autolesiones y conducta suicida. Los resultados fueron contundentes: donde había menos apoyo familiar, había más riesgo suicida. Y desde ahí, su misión quedó clara: intervenir directamente en los territorios, donde los chicos y chicas vuelven a casas marcadas por la pobreza, la violencia, el hacinamiento y el abandono.
Jacqueline es chilena y forma parte activa de una fundación servicio a la familia rescatando vidas Chile dedicada a acompañar, contener y educar en torno a la salud mental, brindando apoyo a personas en crisis y promoviendo la conciencia social sobre este tema muchas veces silenciado.
Su trabajo combina empatía, experiencia y acción concreta, y ha sido clave para llegar a cientos de personas que necesitan ser escuchadas y orientadas.

Un modelo nacido desde la urgencia

Su enfoque busca movilizar factores protectores desde un trabajo comunitario, especialmente a través del sistema escolar y la familia. “Si bajamos el estrés parental, bajamos el sufrimiento de los hijos”, afirma Jacqueline Hernánde

La respuesta fue un modelo de intervención propio: el Modelo de Flujo Sistémico de Factores Protectores y Revaluación Cognitivo-Conductual del Modo Suicida (abreviado: “Modelo de Flujo”), basado en la teoría de David Jobes sobre la vulnerabilidad fluida. Su enfoque busca movilizar factores protectores desde un trabajo comunitario, especialmente a través del sistema escolar y la familia. “Si bajamos el estrés parental, bajamos el sufrimiento de los hijos”, afirma Jacqueline Hernández.

Hoy, su fundación trabaja con más de 200 familias, distribuye mensualmente alrededor de 10.000 kilos de alimentos y 4.500 pañales, y ofrece atención psicológica tanto en centros como a domicilio en zonas rurales sin acceso a internet ni transporte público. Además, han capacitado a dirigentes sociales como “Gatekeepers”, personas clave que pueden detectar señales de alerta y activar protocolos de ayuda.

El poder de los dirigentes sociales

Una de las estrategias más potentes del modelo de Jacqueline Hernández es la formación de líderes comunitarios. Personas que conocen su territorio y a sus vecinos, y que pueden detectar de forma temprana situaciones de riesgo. Se les entrena en el método QPR (Question, Persuade, Refer): detectar señales, preguntar directamente por la ideación suicida, persuadir y derivar.

“El año pasado, un hombre se suicidó frente al único liceo de nuestra comunidad. Los jóvenes lo vieron desde las aulas. Nadie dijo nada. Nos dimos cuenta de que teníamos que actuar”

“El año pasado, un hombre se suicidó frente al único liceo de nuestra comunidad. Los jóvenes lo vieron desde las aulas. Nadie dijo nada. Nos dimos cuenta de que teníamos que actuar”, recuerda Jacqueline Hernández.

El trabajo con líderes sociales permite llegar donde el Estado no llega. Estas personas identifican a adultos mayores aislados, jóvenes con señales en sus redes sociales, o vecinos que expresan verbalizaciones indirectas como “todos estarían mejor sin mí”.

Romper estigmas y ampliar miradas

Jacqueline Hernández es firme en una convicción: el suicidio no es exclusivamente un problema de salud mental. “Verlo solo como depresión es una mirada reduccionista. Es un fenómeno multifactorial, que incluye el contexto vital, los valores, la desesperanza aprendida, el sufrimiento emocional no validado”, explica. También denuncia el estigma clínico: “Se etiqueta rápidamente, se medica, pero no se escucha”.

Además, critica la falta de datos actualizados y políticas públicas efectivas. “En Chile mueren más personas por suicidio que por accidentes de tránsito, feminicidio u homicidio. Y no hay campañas nacionales ni presupuesto suficiente”

Además, critica la falta de datos actualizados y políticas públicas efectivas. “En Chile mueren más personas por suicidio que por accidentes de tránsito, feminicidio u homicidio. Y no hay campañas nacionales ni presupuesto suficiente”, señala.

Soñar en grande desde lo pequeño

A pesar de las dificultades —falta de apoyo estatal, nulo financiamiento estable, celos políticos— Jacqueline Hernández no se rinde. Sueña con hospitales de día, con educación emocional obligatoria en los colegios, con una ley nacional de prevención del suicidio, con una red de grupos de ayuda mutua en todas las regiones, y con una sociedad donde hablar de suicidio no sea un tabú, sino un acto de amor.

“Queremos tender puentes, aprender de otros, tejer comunidad. No nos rendimos”

En agosto, su fundación organiza el primer Congreso Iberoamericano de Suicidología en Chile, reuniendo a expertos de toda América Latina y Europa. “Queremos tender puentes, aprender de otros, tejer comunidad. No nos rendimos”, afirma.

Hablar para vivir

Lo que Jacqueline Hernández nos recuerda es sencillo, pero urgente: hablar puede salvar vidas. Hacer la pregunta difícil puede detener el silencio fatal. Su trabajo, hecho de cercanía, compasión, y acción concreta, nos interpela a todos: gobiernos, profesionales, familias, vecinos.

Porque detrás de cada estadística, hay un nombre. Y detrás de cada nombre, una historia que merece ser escuchada

Porque detrás de cada estadística, hay un nombre. Y detrás de cada nombre, una historia que merece ser escuchada.

Frases destacadas de Jacqueline Hernández

Sobre la prevención del suicidio

  •  “Hablar de suicidio nos permite instalar factores protectores para su prevención".

“Una pregunta puede salvar una vida. Siempre insistimos: ¡haz la pregunta!”

  • “No se trata solo de cifras, se trata de personas. Cada número tiene nombre, tiene historia, tiene familia".
  • “Una pregunta puede salvar una vida. Siempre insistimos: ¡haz la pregunta!”.

Sobre el trabajo comunitario

  • "Decidimos meternos en el territorio porque los chicos volvían a casas llenas de dolor, violencia y abandono".
  • "Capacitamos a dirigentes sociales porque ellos conocen la vida detrás de las casas: al nieto, a la hija, al hermano".

“Creemos en las personas como protagonistas de sus propias soluciones".

  • “Creemos en las personas como protagonistas de sus propias soluciones".

Sobre las realidades invisibles

  • “Trabajamos donde se cocina la droga en las casas, donde hay hacinamiento, donde nadie habla del dolor".

"En Chile muere más gente por suicidio que por accidentes de tránsito, feminicidio u homicidio… y no hay campañas"

  • “En Chile muere más gente por suicidio que por accidentes de tránsito, feminicidio u homicidio… y no hay campañas".
  • “La desesperanza, el aislamiento, la violencia estructural: todo eso también mata".

Sobre el modelo que han creado

  • “Diseñamos el modelo de flujo sistémico de factores protectores y revalorización cognitivo-conductual del modo suicida".

“No se necesita tanto recurso para prevenir suicidios. Se necesita compromiso, amor y estar presente"

  • “No se necesita tanto recurso para prevenir suicidios. Se necesita compromiso, amor y estar presente".
  • “Nuestro sueño es replicar este modelo en todo Chile, como células de cuidado distribuidas en el país".

Sobre los sueños y el sentido

  • “Imagino un Chile donde hablar de suicidio sea tan importante como hablar de cáncer".

“Quiero un hospital de día que no se sienta como un hospital, sino como un refugio de amor"

  • “Quiero un lugar donde no dé vergüenza decir que estás sufriendo, que te estás cortando, que necesitas ayuda".
  • “Quiero un hospital de día que no se sienta como un hospital, sino como un refugio de amor".

Sobre el estigma

  • “El estigma no es solo social, es también clínico. Se patologiza el dolor como si fuera una etiqueta fácil de medicar".

"Ver el suicidio solo como un problema de salud mental es una mirada reduccionista y peligrosa"

  • “Ver el suicidio solo como un problema de salud mental es una mirada reduccionista y peligrosa".
  • “Si creemos que solo es depresión, cerramos los ojos al sufrimiento vital, a los contextos, a la pobreza, al trauma".

Ideas imprescindibles

  • “El silencio no ayuda. Hablar salva".

“El suicidio es multifactorial. Por eso, la prevención también debe serlo"

  • “Cuando escuchas, ya estás haciendo prevención".
  • “El suicidio es multifactorial. Por eso, la prevención también debe serlo".
  • “Con poco, podemos hacer mucho… si lo hacemos juntos".
Gracias, Jacqueline, por estar hoy con nosotros en este nuevo HABLADURÍAS y por la labor profundamente humana que realizas cada día.
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