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El libro se presenta el miércoles 27 de octubre en la sede de CCOO Granada

'Tres generaciones rebeldes'

Ciudadanía - José Manuel Gutiérrez Rueda - Domingo, 17 de Octubre de 2021
José Manuel Gutiérrez Rueda firma esta reseña sobre el libro 'Tres generaciones rebeldes. La historia del maquis Ollafría contada por su nieta y la lucha por la libertad de las mujeres', de la abogada y militante feminista Montse Fernández Garrido, un retrato sobre héroes y heroínas desconocidas y silenciadas que gracias a trabajos como este se rescatan para conocimiento de las generaciones futuras.

La editorial Carena acaba de publicar, con el título 'Tres generaciones rebeldes. La historia del maquis Ollafría contada por su nieta y la lucha por la libertad de las mujeres'. El libro, que se viste con una  hermosa cubierta, es la ópera prima de la abogada y militante feminista Montse Fernández Garrido, constituye el conmovedor relato de las vicisitudes de tres generaciones rebeldes y plasma, negro sobre blanco,  las circunstancias y avatares de mujeres y hombres que sin ser estadistas, políticos, o intelectuales tuvieron un papel fundamental y protagonismo relevante en la lucha contra el franquismo, la represión y la férrea dictadura que impuso. Es el retrato de héroes y heroínas desconocidas, olvidadas y silenciadas que gracias a trabajos como este se rescatan y son puestos en valor para conocimiento de las generaciones futuras.

Está prologado por la obrera de la pluma e historiadora granadina Antonina Rodrigo que reivindica el protagonismo  de la mujer en la guerrilla

Está prologado por la obrera de la pluma e historiadora granadina Antonina Rodrigo que reivindica el protagonismo de la mujer en la guerrilla. Esposas, compañeras, madres, hermanas o familiares del maquis que “aunque hayan permanecido largamente invisibles, escribieron la historia desde el anonimato”. La soledad, el riesgo, los interrogatorios, el corte de pelo y los paseos tras obligarlas a beber aceite de ricino, la  cárcel, el acoso y las torturas a que fueron sometidas… “su labor debiera ser objeto de estudio en las Escuelas por su lucha silenciosa y el vacío de la secular postergación y desamparo”.

En la introducción Carmen Alcalde, escritora y periodista feminista, nos adentra en la biografía de Montse: su nacimiento y los quince años en la barraca, el esfuerzo y la exposición en la búsqueda del pasado, la entrega a la sociedad en la tarea profesional y su militancia feminista.

El libro que se inicia planteando un enigma: el nacimiento de Montse inscrita como hija de padres desconocidos pero con los apellidos Estany Padró, acaba con una reflexión de Pere Casaldáliga “nuestras causas valen más que nuestra vida porque le dan sentido” y que resume, en mi opinión, la ética de estas tres generaciones rebeldes.

Comienza la primera parte con una descarnada descripción de las condiciones sociales, de los barrios obreros; de las miserias y de algunos tipos miserables, del nacional-catolicismo; de las contradicciones de los protagonistas de izquierdas entre su lucha contra la explotación del hombre por el hombre y la escasa o nula consideración y ninguneo que daban al papel e importancia de la mujer que, a pesar de militar con ellos, quedaban relegadas a cargas domésticas y cuidado de los hijos

Comienza la primera parte con una descarnada descripción de las condiciones sociales, de los barrios obreros; de las miserias y de algunos tipos miserables, del nacional-catolicismo; de las contradicciones de los protagonistas de izquierdas entre su lucha contra la explotación del hombre por el hombre y la escasa o nula consideración y ninguneo que daban al papel e importancia de la mujer que, a pesar de militar con ellos, quedaban relegadas a cargas domésticas y cuidado de los hijos. Las insalubres barracas construidas con materiales de derribo, sin electricidad, agua o gas en las que se hacinaban los emigrantes perseguidos por la brigada de represión del barraquismo y la luz que irradiaban Lorca, Alberti, Miguel Hernández o Machado cuando se recitaban sus poemas en casa de Montse.

Un padre, Antonio, abandonado en el torno de un convento nada más nacer que jamás fue al colegio y comenzó con ocho años a trabajar como cabrero. De filiación comunista se alistó en el ejército republicano. Fue hecho prisionero y procesado pasando por catorce cárceles a pesar de que la sentencia reconoce que salvoó la vida a diferentes personas. Trabajó de carpintero y militó  en   el PSUC. “ Mi padre tenía mucha disposición a la cultura; nos inculcaba el anhelo por saber y la lucha por la justicia y la igualdad… a pesar de ello era la autoridad, el modelo patriarcal, imponía su criterio a la familia, mandaba mucho”.

El coraje, la entereza, la dignidad  y resiliencia  con la que afrontaron la adversidad y peligro es el común denominador en tantas y tantas mujeres que como ellas se enfrentaron a la feroz y cruel represión franquista

María, la madre, es la primera de los seis hijos de Leonor y Juan Garrido Donaire, “Ollafría”. Tampoco tuvo la oportunidad de ir a la escuela y ya desde muy pequeña debía rebuscar aceituna o cargar haces de leña que vendía para llevar algo de sustento a la casa. Con la abuela Leonor encarcelada y el abuelo en el maquis ella, hasta que también la encarcelaron, debía cuidar de sus cinco  hermanos. A los  dieciocho años se casa y tiene dos hijos que al tiempo son raptados por un marido  que le abandona. María es una de las protagonistas que brillan con luz propia junto a personajes míticos como el guerrillero Juan Garrido Donaire “Ollafría” y su mujer Leonor. Ambas, Leonor, la abuela, y María pasaron una vida llena de privaciones, de hambre y miseria, de injusta y despiadada persecución por la guardia civil comandada por  Antonio Vedia,  El Cabo Colomera, que las vigilaba continuamente y humillaba con detenciones arbitrarias. Pero ellas jamás delataron a su padre y esposo, se enfrentaron con sus perseguidores como cuando María espetó a un guardia, que le había llamado ladrona, “ladrones ustedes que nos han robado el dinero que teníamos en casa”. El coraje, la entereza, la dignidad  y resiliencia  con la que afrontaron la adversidad y peligro es el común denominador en tantas y tantas mujeres que como ellas se enfrentaron a la feroz y cruel represión franquista.  “Y las mujeres seguimos, a nuestro modo luchando y esa guerra, sólo nuestra, esa guerra la ganamos” (Consuelo Ruiz)

Ollafría  fue siempre uno de los personajes míticos de mi infancia. Al amor de la lumbre en las duras noches de invierno mi padre a veces, muy pocas, contaba historias sobre la guerra civil . Refería situaciones, que él vivió en el ejército  republicano, de la batalla de Quijorna y Brunete,…y del guerrillero Ollafría. Su valor y arrojo, inteligencia y capacidad para burlar la vigilancia del Cabo Colomera y sobrevivir en la sierra causaron en mí una admiración sin par. Debía conocer cada rincón del monte, cada aulaga, roca o pino. Podría moverse  en plena  noche, sin dejar rastro ni huella y llegar desde su refugio, cerca del Puerto de Los Lobos Harteros, hasta su casa en El Tajo Colorao en escasamente una hora, le iba la vida en ello. Su huida a la sierra se produce tras un aviso de que le iban a detener, torturar y asesinar. De esta manera permanece en el monte,  primero en la partida  de Salsipuedes y más tarde creando la suya propia, hasta marzo  de 1949 en que con tres de sus hombres logra alcanzar las costas africanas. En Casablanca, probablemente, formó una nueva familia “cuando le conocí en Bélgica, aclara Montse, siempre llevaba consigo el retrato de dos niños” ¿Quiénes eran? 

Leonor  y él, que a mediados de los sesenta se reunieron en Casablanca, acabaron en Bélgica como refugiados de la ONU donde fallecieron soñando con  volver a un país que “él creía hervía de revolucionarios, comunistas, anarquistas y republicanos”. Fueron estos, seguramente, los mejores años de Leonor que  tiempo atrás  fue torturada, metiéndole la cabeza en un cubo con agua y vinagre  para que delatara a su esposo; encarcelada y expoliada de escasísimo utillaje doméstico que poseía; temiendo por sus hijos que, siendo unos críos, también fueron interrogados, amenazados y atemorizados por los guardias al mando del Cabo Colomera.

La segunda parte del libro es el retrato autobiográfico de la tercera generación de rebeldes. Montse toma el relevo a sus antecesores y continúa la senda marcada por sus padres y abuelos

La segunda parte del libro es el retrato autobiográfico de la tercera generación de rebeldes. Montse toma el relevo a sus antecesores y continúa la senda marcada por sus padres y abuelos. En su ADN, los genes, le marcan una trayectoria de esfuerzo, trabajo y activismo social y político que completaría con su compromiso militante feminista. Marcha de la barraca a la universidad a la que llega con una mochila  cargada de experiencias vitales muy duras y enriquecedoras. Compatibiliza el trabajo y la carrera de derecho en la facultad en la que años atrás, como encofrador, trabajase su padre. “No mees fuera del tiesto” le lanzóo en tono despectivo una prestigiosa abogada, para la que trabajaba, cuando decidió acortar la jornada laboral. La fortuna le sonríe  con unas amistades de privilegio,  personajes ilustres y tres compañeras de viaje  que tiene la suerte de encontrar en su camino y con las que comparte militancia, publicaciones, seminarios, revistas y conferencias con una temática que   abarca: los derechos de las niñas, la desigualdad, prostitución, vientres de alquiler, la custodia compartida o el síndrome de alienación parental.  “Mis causas la defensa de la memoria histórica,  el retorno de la República, la laicidad, la justicia social, los derechos humanos, el respeto por los animales y la naturaleza y el feminismo” concluye al final.

El libro consta además de abundante material fotográfico que ayuda a entender el contexto y un amplio anexo documental con antecedentes e informes de la guardia civil, procedimientos sumarios, sentencias, certificaciones y comparecencias que  le aportan más información relevante.

De lectura fácil y amena Tres Generaciones Rebeldes es la crónica de unos titanes de carne y hueso que aparecen  con todos sus atributos, defectos, virtudes y contradicciones; de una etapa muy dura de represión y que se repite en numerosísimos lugares de nuestra geografía donde se estableció el maquis

De lectura fácil y amena Tres Generaciones Rebeldes es la crónica de unos titanes de carne y hueso que aparecen  con todos sus atributos, defectos, virtudes y contradicciones; de una etapa muy dura de represión y que se repite en numerosísimos lugares de nuestra geografía donde se estableció el maquis; de mitos y hombres  legendarios como Ollafría  junto a los que descubrimos otros mitos mujeres como María o Leonor que ahora son recuperadas en este trabajo; de otra etapa más reciente de  historia de lucha y vindicación feminista. “A la historia se le puede intentar silenciar, ignorar, tergiversar pero siempre acaba por emerger. El altruismo de las mujeres granadinas tenía que llevarnos, inexorablemente, al desagravio, para reivindicar la raíz de su lucha, y restablecer la dignidad de quienes no abandonaron sus ideales frente a la adversidad” (Antonina Rodrigo).

José Manuel Gutiérrez Rueda es maestro jubilado y socio fundador de Granada Republicana UCAR
'Tres generaciones rebeldes', de Montse Fernández Garrido, se presenta el miércoles 27 de octubre en el Salón de Actos de CCOO Granada.

En el acto de presentación, junto a la autora, Montse Fernández Garrido, intervendrán el secretario general de CCOO Granada, Daniel Mesa, Diana Ordóñez, de Ediciones Carena, el historiador Alfonso Martínez Foronda y la escritora e historiadora Antonina Rodrigo.

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