VJR Granada ha guiado una ruta por los lugares de memoria de Granada

Ruta Lorca-Saramago

Ciudadanía - Paco Vigueras - Lunes, 31 de Marzo de 2025
Desde Lisboa a Granada, la Fundación Saramago ha organizado la segunda edición de una ruta de la Memoria, que tiene como objetivo el hermanamiento del poeta con el Premio Nobel de Literatura.
Los participantes en la Ruta Lorca-Saramago, en la casa museo de Fuente Vaqueros, donde nació el poeta.
Verdad Justicia y Reparación
Los participantes en la Ruta Lorca-Saramago, en la casa museo de Fuente Vaqueros, donde nació el poeta.

La Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación ha colaborado con la Fundación Saramago, enseñando los lugares de memoria más destacados de Granada, que forman parte de la Ruta Lorca-Saramago.

Los compañeros portugueses vienen desde Lisboa, han visitado la fosa de Pico Reja en Sevilla y la Pirámide de la Memoria en Málaga. También han recorrido un tramo de la Desbandá, desde Torre del Mar al monumento dedicado al doctor Norman Bethune.

Ya en Granada, etapa final de la Ruta Lorca-Saramago, hemos estado en Fuente Vaqueros, hemos recorrido el Último Paseo, desde Víznar hasta Alfácar, y hemos acabado en el Memorial de la tapia del cementerio, dedicado a las víctimas del franquismo.

Fuente Vaqueros

 Claveles para Federico, que nos recuerdan la conocida como Revolución de los Claveles en Portugal.

En Fuente Vaqueros, Inma Hernández nos dio la bienvenida y nos enseñó la Casa-Museo, donde nació Federico García Lorca en 1898. En la casa lorquiana pudimos ver la exposición Títeres de Cachiporra, que nos recuerda la estrecha colaboración del poeta con el músico Manuel de Falla y el artista Hermenegildo Lanz. Nos llamó la atención la obra de títeres El Retablo de Maese Pedro, pues los tres artistas se inspiraron en el Quijote de Cervantes. Inma Hernández nos habló también de Juan de Loxa, fundador de Poesía 70, promotor del Manifiesto Canción del Sur y primer director de la Casa Museo, con el que la casa natal del poeta conoció su máximo esplendor.

Media hora de libertad

En la Plaza de Fuente Vaqueros, recordamos el primer homenaje a Federico García Lorca, celebrado el 5 de junio a las 5 de la tarde de 1976, siete meses después de la muerte de Franco. Un homenaje al poeta, cuya vida y obra había sido silenciadas durante cuarenta años de dictadura. "Un día de mucho calor y mucho  miedo", según algunos testigos.

Manuel Fraga, ministro del régimen franquista, autorizó aquella concentración de treinta minutos de reloj. La autoridad del régimen, flanqueada de guardias civiles y policías, midió el tiempo cronómetro en mano. Sólo dio permiso para media hora y se cumplió a rajatabla. Pero fue “la media hora más larga, intensa y feliz de mi vida”, recuerda un participante en aquel homenaje. Media hora para hacer el acto, ni un minuto más ni un minuto menos.  Media hora de libertad que contribuyó a la llegada de la democracia y se convirtió en todo un símbolo. El régimen que asesinó a Lorca en el barranco de Víznar, frente al pueblo que clamaba por la democracia en la misma cuna lorquiana.

Un inmenso cartel del Poeta presidía el acto y 10.000 personas acudieron a Fuente Vaqueros, la primera gran multitud, después de 40 años de dictadura

Fuente Vaqueros lleno de gente, de autocares, de coches, procedentes de todos los lugares. Y el pueblo rodeado por la Guardia Civil con sus fusiles Cetme. Un inmenso cartel del Poeta presidía el acto y 10.000 personas acudieron a Fuente Vaqueros, la primera gran multitud, después de 40 años de dictadura. Llevaban pancartas y banderas de Andalucía. Gritos a coro o individuales de "Federico Vive". También gritaban “Amnistía, Libertad”, en la calle, a pleno luz del día, y coreaban la canción que nos llegaba desde el Chile de Salvador Allende: "El pueblo, unido, jamás será vencido". La emoción se respiraba en el ambiente. Aquel día, empezaron a perder el miedo.

Nuestra visita a Fuente Vaqueros terminó con la lectura de unos versos de Juan de Loxa, en los que el poeta llamaba a movilizarse contra la dictadura franquista.

ES URGENTE

Juan de Loxa

Es urgente pedir por esta boca

Poner los dedos en la llaga

Urgente es preguntar por los ausentes,

De su eterna prisión romper los lazos

Gritar para exigir la libertad que aspiro,

Antes de que este tiempo nos quiebre entre balazos.

Sus fusiles…

Sus ametralladoras…

Por “hache” o por “b” no te dejan vivir. 

Sus fusiles disparan si “hache” es:

Pan para los hijos, escuelas trabajo

O decir basta ya de tanto asesinato.

Sus ametralladoras 

Sorprenden cualquier reunión, en donde

Se hable del hombre y sus derechos.

Van a misa rodeados de sus hijos

Y allí se dan la paz con las manos manchadas.

No saben que el amor es todo lo contrario.

Quitarnos las mordazas de la boca es urgente.

Tirar al río el cinturón

a bofetadas, ay amor, de flores.

Que para limpiar la frente de sudores

bien pueden valer claveles por pañuelo. 

¡Qué dolores para pintar el puente de otros colores!

La Colonia de Víznar 

 Los participantes en la Ruta Lorca Saramago en La Colonia de Víznar, donde el poeta pasó sus ultimas horas de vida, antes de ser asesinado por los militares golpistas.

A pesar de su simbolismo, La Colonia todavía no ha sido declarada Lugar de Memoria Histórica por la Junta de Andalucía

Siguiente parada, La Colonia de Víznar, donde los participantes en la ruta conocieron su siniestra historia. Federico García Lorca pasó sus ultimas horas de vida en este antiguo molino, antes de ser asesinado por la Escuadra Negra. En la madrugada del 18 de agosto de 1936, los golpistas dieron a Federico el último paseo. Junto al poeta, también asesinaron a Dióscoro Galindo, maestro republicano de Pulianas, y los anarquistas y banderilleros Galadí y Cabezas. A pesar de su simbolismo, La Colonia todavía no ha sido declarada Lugar de Memoria Histórica por la Junta de Andalucía.

Las fosas del Barranco de Víznar 

 En el Barranco de Víznar, lugar de Memoria Histórica de Andalucía.

Seguimos por la carretera de la muerte, entre Viznar y Alfácar, para llegar hasta al barranco. Los arqueólogos de la UGR han abierto ya 26 fosas comunes y exhumado a 150 víctimas del franquismo, algunas muy jóvenes, de 13 a 20 años. Nos recibe Francisco Carrión Jiménez, sociólogo del equipo, que nos enseña una nueva fosa común, con siete víctimas, y nos informa sobre los testimonios orales que está recogiendo. También están buscando otra fosa, con 28 víctimas, en la que podría estar Salvador Vila, el rector asesinado de la Universidad de Granada.

 Francisco Carrión Jiménez, sociólogo del equipo de la UGR, explica a los participantes en la ruta los trabajos de excavación de las fosas y exhumación de víctimas del franquismo.

Por el camino nos cruzamos con dos arqueólogos que trasladan en cajas los restos óseos de algunas víctimas para analizarlos en el laboratorio. De momento, han conseguido identificar a cinco víctimas y han entregado sus restos a los familiares para darles una sepultura digna. Entre las víctimas identificadas, Eloísa Martín Cantal, modista de 19 años, cuyos restos estaban en una fosa común con once mujeres más, todas ellas asesinadas por pertenecer a un sindicato de costureras. Ellas son las 12 rosas granadinas.

Y en las fosas encontramos a Nadege Palma, nieta de Brígida López, asesinada también en el barranco y cuyos restos aún no han sido identificados. Su familia se exilió en Francia, huyendo de la represión franquista, pero Nadege ha vuelto ahora "para recuperar los restos de mi tía abuela y hacerle el homenaje que se merece".

Saramago buscando a Lorca

 Miembros de la Ruta Lorca-Saramago en el monolito que recuerda: "Lorca eran todos".

Los participantes en la Ruta Lorca-Saramago también querían saber dónde está la fosa del poeta, el desaparecido más buscado de la guerra civil. Fuimos al monolito dedicado a Federico en el Parque García Lorca de Alfacar y le expliqué que, durante 73 años, pensábamos que la fosa estaba allí, pero la localización no era correcta. Los arqueólogos excavaron en 2009 y no encontraron ni una "esquirla de hueso". 

Unos decían que la familia Lorca había pactado con el régimen franquista para llevarse los restos del poeta al exilio de Nueva York. Otros afirman que se los llevaron a la Huerta de San Vicente

A partir de ese momento, saltaron las teorías más disparatadas. Unos decían que la familia Lorca había pactado con el régimen franquista para llevarse los restos del poeta al exilio de Nueva York. Otros afirman que se los llevaron a la Huerta de San Vicente. Pero la familia lo niega y guarda silencio. 

En cambio, Ian Gibson, biógrafo de Lorca, sigue pensando que los obreros encontraron restos óseos en 1986, cuando hacían las obras del Parque. Metieron los restos en un saco y volvieron a enterrarlos de forma ilegal para no detener las obras. Según Gibson, Ernesto Molina, entonces vicepresidente de la Diputación, sabe lo que pasó, pero se niega a hablar.

 En el Parque García Lorca de Alfacar, buscando la fosa del poeta.

Nuestra visita al Parque acabó con la lectura de unos versos premonitorios que Lorca escribió en su libro Poeta en Nueva York:

NO ME ENCONTRARON

Federico García Lorca

Cuando se hundieron las formas puras

bajo el cri cri de las margaritas,

comprendí que me habían asesinado.

Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias.

Abrieron los toneles y los armarios.

Destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.

Ya no me encontraron.

¿No me encontraron?

No. No me encontraron.

Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,

y que el mar recordó ¡de pronto!

los nombres de todos sus ahogados.

En la tapia del cementerio

 En la Tapia del cementerio de Granada, declarada Lugar de Memoria Histórica de Andalucía.

Y la Tapia del cementerio de Granada, declarada Lugar de Memoria Histórica en 2012, fue la parada final de la Ruta Lorca-Saramago. Los portugueses pusieron claveles en el Memorial que recuerda a las 4.000 víctimas asesinadas por los franquistas en esta tapia, de 1936 a 1956. Durante veinte años fusilaron sin piedad a media corporación municipal, a periodistas y profesores, a maestros y estudiantes, a sindicalistas y trabajadores.

En homenaje a las víctimas del franquismo, los portugueses cantaron Grandola Vila Morena y recordaron las palabras de José Saramago, Premio Nobel de Literatura: "Es necesario recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque de lo contrario, se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia". Según Saramago: "No tener memoria es olvidarnos de nosotros mismos. Las heridas tienen que cicatrizar, porque no es humano pasar página sobre el sufrimiento de miles de personas".

 Cantando Grándola Vila Morena, en el Memorial de la Tapia del cementerio, para rendir homenaje a las 4.000 víctimas del franquismo.

 

Paco Vigueras, periodista y portavoz de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación.