─¿Por qué concretamente Bach ha atraído tanto a las mentalidades jazzistas?

─Suele ser un tópico entre la comunidad jazzística, pero la verdad es que en Bach está todo. Es muy atractivo a nivel armónico, ya que los contrapuntos de las voces crean muchos pasos que modulan y modulan e incitan a improvisar sobre ellos. El bebop, con Charlie Parker a la cabeza, está absolutamente inspirado en él, y además su obra es tan inmensa… No se puede componer más bello :)

─Una amiga mía, catedrática de conservatorio, un día nos tocó una partitura de Scott Joplin…y allí no había ni pizca de swing… ¿Usted escoge lo mejor de ambos mundos?  

 Intento alimentarme de todo tipo de música que me gusta, y siempre estoy buscando puntos de conexión, no de separación

─Bueno, yo sí que creo que Scott Joplin tenía mucho swing, pero lo que intentaban muchos músicos de color de aquella época era acercarse también a la música clásica occidental y componer piezas que tuvieran esa envergadura pianística que admiraban. Si te fijas en la mano izquierda de los ragtimes, la dificultad técnica para un pianista es endiablada en muchas ocasiones, y hay que tener mucho swing para poder abordarla. De hecho, en todo este periodo, la mano izquierda se podría decir que definía en muchos casos el nivel de un pianista. Yo por mi parte intento alimentarme de todo tipo de música que me gusta, y siempre estoy buscando puntos de conexión, no de separación.

─Antes de la pandemia triunfaba en la Gran Vía una reposición de West Side Story. Usted fue nominado a los Grammy con su trabajo sobre Bernstein ¿cómo surgió esa aventura?

─Esa aventura surgió por un encargo del Festival de Stressa en Italia a través de Carmelo Di Gennaro. Comenzó siendo un homenaje a Bernstein inspirado en música suya, y terminó siendo “Unbalanced - Concerto For Orchestra”, con música totalmente original inspirada en la vida de Bernstein. Fue una persona apasionante y apasionada, y me impactó mucho conocer más en profundidad muchos aspectos de su vida más íntimos. Conecté con parte de su sensibilidad, o al menos eso creo.

─Se lo preguntaba porque, tengo entendido, que empezó con él y terminó siendo un homenaje creativo y personal… ¿frente a Bach ha utilizado ese mismo método de ‘acercamiento’?

─No, en Bach he usado un material muy definido y concreto que ya estaba compuesto, y he comenzado mi proceso a partir de ahí. Son dos procesos realmente muy distintos, y el cerebro funciona de manera diferente en uno que en otro.

invention_trio_dolores_iglesias_fundacion_juan_march.jpg

Moisés P. Sánchez, piano; Pablo Martín Caminero, contrabajo y Pablo Martín Jones, percusión. Inventio Trio. Dolores Iglesias/Fundación March

─Sus títulos suelen ser muy sugerentes, y el contenido muy visual, casi cinematográfico, entre sus múltiples proyectos, ¿le han propuesto pasar su música a imágenes, de cine, series… ¡o videojuegos!?

Acabo de terminar además la música para una película del director Daniel Diosdado, que espero se estrene en 2022. Me encantaría hacer más proyectos de este tipo porque los disfruto muchísimo

─Pues siempre he sido un empedernido videojugador, y me encantaría hacer música para ello, al igual que para películas. Efectivamente, soy muy cinematográfico no solo en la música que compongo, sino también en la historia que quiero contar con cada disco, en el diseño de arte… Tuve la suerte de poder componer el ballet de “Electra” junto a Pablo Martín Caminero para el Teatro Real, y justo ahora estoy trabajando en otro ballet sinfónico que se graba ahora en diciembre. Acabo de terminar además la música para una película del director Daniel Diosdado, que espero se estrene en 2022. Me encantaría hacer más proyectos de este tipo porque los disfruto muchísimo.

─Le hemos visto siempre con pianos acústico y eléctrico, si bien en estudio le suenan cosas menos orgánicas ¿le trae el mundo de los instrumentos de síntesis y digitales?

─Desde pequeño me he criado con sintetizadores y siempre me ha gustado “trastear” y bucear en ellos. Además, gran parte de la música que a mí siempre me ha gustado hace gran uso de ellos (Genesis, King Crimson, Yes, Soft Machine, Weather Report, Return to Forever) Así que sí, no tengo ningún reparo en usarlos cuando creo que pueden aportar a la música compuesta, pero también disfruto enormemente el uso de lo estrictamente acústico. Hay una paz en ello que quizás en los teclados no acabo de vislumbrar, te llevan a otros sitios, que también están muy bien dependiendo de lo que se busque, claro.

─Cristina Mora está en casi todos sus proyectos… también Toño de Miguel… ¿Busca la complicidad muy rodada?    

Con Toño Miguel y Borja Barrueta llevo tocando toda mi vida profesional como líder de proyecto. Vamos a hacer 20 años tocando juntos, con muchos discos a nuestras espaldas, y me siento muy feliz de que hayamos podido mantener esa unión durante todos estos años. Cristina se incorporó a mis proyectos hace unos siete años, y me encanta lo que aporta el uso de la voz a mi manera de componer

─Absolutamente. Con Toño Miguel y Borja Barrueta llevo tocando toda mi vida profesional como líder de proyecto. Vamos a hacer 20 años tocando juntos, con muchos discos a nuestras espaldas, y me siento muy feliz de que hayamos podido mantener esa unión durante todos estos años. Cristina se incorporó a mis proyectos hace unos siete años, y me encanta lo que aporta el uso de la voz a mi manera de componer. Me hace pensar de maneras diferentes y buscar nuevas sonoridades entre los instrumentos, además de que ella es muy valiente y se lanza de cabeza, sea Bartôk, Stravinsky, mis composiciones o lo que sea.

─Estrena aquí el CD de las ‘re-invenciones’ ¿hay muchas diferencias entre lo que sonó en la Fundación Juan March y lo grabado?  

─ Bueno, a raíz de la grabación y el trabajo que se hizo en el estudio, quizás hemos refinado algunas cosas, y al fin y al cabo es un proyecto que queremos mantener vivo y que se mueva cada vez que lo tocamos. Creo que tanto Pablo M. Caminero, Pablo M. Jones y yo somos personas que nos estimulamos mucho en directo cuando ocurren cosas no preconcebidas, pero que también nos sentimos cómodos siguiendo unos arreglos definidos, así que intentamos mezclar ambos mundos.