En directo Elemento Deserto son intratables. Todavía hay que se acuerda que en su primera reencarnación, como Chicken Congress, pusieron tan nervioso al equipo de Loquillo que terminaron cortándoles la corriente. Ya digo, cuesta tocar después de ellos. El nivel técnico de sus miembros, la convicción de lo que hacen y el conocimiento exhaustivo de la historia del blues rock más ácido les permiten un presencia escénica imponente. Sus componentes, además, se subdividen en numerosas otras marcas y comparten escenarios ajenos con alegría, iluminando muchas noches de la ciudad y haciéndose imprescindibles en la cartelera granadina. A la espera de que se concentren en su cuarto disco, el miércoles estarán en el Teatro Alhambra en modo ahorro de energía, desenchufados. 

─ Dicen de ustedes, lo he leído, que son el mejor grupo de Granada, ¡vaya responsabilidad! 

─ ¡Anda ya! Eso lo habrá dicho algún colega que nos quiere más de lo que nos merecemos. 

─ Con tanto ajetreo personal ¿ED se ha quedado ‘a tiempo parcial’?

─ Qué más quisiera yo que este grupo, que es en el que más energía he volcado, fuera lo suficientemente bien como para que fuera mi curro a tiempo completo. Pero la realidad es que hay que buscarse las habichuelas en algún lado.

─ Ustedes han hecho de la confraternización ley de vida… 

─ Claro, nos lo pasamos deluxe entre nosotros. ¡Qué menos!

─ Y con semejante grado de promiscuidad ¿salen parejas de hecho o son encuentros ocasionales?

─ Si te refieres a los diferentes proyectos musicales que tenemos cada uno, bueno, hay de todo. A veces haces algo un día por mero entretenimiento y lo disfrutas tanto que se convierte en algo más serio. Con Elemento fue algo así mismamente al principio. 

─ Por cierto que, buena parte de sus referencias son californianas… Ufff, tras ‘Lo montes en llamas’ lo suyo es anticipación, porque no ha quedado ni un solo ‘laurel’ vivo en el ‘cañón’… 

No me importaría que la gente empezase a ver profecías en los títulos de nuestras canciones como con los capítulos de los Simpson

─ ¡Qué pena, de verdad! Aunque lo cierto es que ‘Los Montes en llamas’ se llama así por una dura resaca veraniega en la comarca granadina de Los Montes Orientales. Pero no me importaría que la gente empezase a ver profecías en los títulos de nuestras canciones como con los capítulos de los Simpson. 

─ Entre ellas las jam-bands de la Costa Oeste. Cuándo empiezan un tema ¿saben cómo va acabar o puede pasar de todo entre medias?

─ En realidad los temas están bastante cerrados. Lo que pasa es que algún que otro tema tiene una parte elástica, que a base de tocarla se ha ido estirando, y ya cada vez que lo empezamos hay una sensación de adentrarse en lo desconocido que nos gusta.

─ Últimamente están saliendo aquí muchos grupos jóvenes armados con guitarras, ¿Han creado escuela? 

─ Escuela creó Jimi Hendrix, bastante flipaos tendríamos que estar para pensar que alguien toca la guitarra por influencia nuestra. 

─ ¿Se ha acabado la maldición de la guitarra eléctrica? 

─ No sé si se ha acabado la maldición, me entero tarde de las tendencias, ahora que le estaba cogiendo el gusto a los pantalones pitillos... 

─ Y algunos tan jóvenes que los convierten casi ya en ‘viejas glorias’…

─ (Risas) Joder, de jóvenes promesas a viejas glorias directamente y sin escalas, qué dura es la vida.

─ Estamos esperando ansiosos la continuación de ‘La hora maldita’ ¿Para cuándo? 

Las cosas de palacio van despacio, pero hay algunos temillas ya hechos que podrían estar ahí

─ Algún día, esperemos. Las cosas de palacio van despacio, pero hay algunos temillas ya hechos que podrían estar ahí. 

─ Este concierto del Teatro Alhambra, va a ser especial, ¿en qué consiste la diferencia?

─ En que será puro unplugged, 100% con instrumentos acústicos: guitarras acústicas, contrabajo, banjo, mandolina, sitar... Es algo que ya hemos hecho un par de veces, aunque diría que esta vez vamos con un repertorio más completo que nunca. 

─ Entonces, siendo un grupo tan eléctrico ¿se apañan bien a lo Neil Young también en acústico? 

─ ¡Viva el tito Neil! Creo que nos ha quedado bastante guay. Es divertido buscarle el rollete acústico gustoso a unos temas que son, como dices, muy eléctricos de nacimiento. Ha habido gente que nos ha dicho que deberíamos hacer solamente repertorio acústico.