El Ayuntamiento de Granada seguirá adelante con la demolición de la Huerta de la Mariana, retrasada por un error judicial

El Ayuntamiento de Granada no tiene previsto dar marcha atrás en su decisión de derribar el cortijo de la Huerta de la Mariana. Lo confirmó este lunes el concejal de Urbanismo, Enrique Catalina, que junto a los técnicos del área, dieron cuenta del proyecto en comisión informativa municipal, celebrada poco después de que se frustrara la entrada el inmueble por un error en el auto judicial que la avalaba.
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Granada, en el auto -consultado por El Independiente de Granada, atribuye la solicitud de entrada al inmueble al Ayuntamiento de Salobreña y no al de Granada, motivo por el que finalmente se ha desistido. El auto tiene fecha del 29 de septiembre, pero ha sido hoy cuando se ha advertido ese error.
Al margen de ese error, la resolución judicial detalla que, según los informes municipales, "deben ser efectadas medidas urgentes en demolición ante el estado de los inmuebles".
El concejal de Urbanismo alega que el edificio que se conserva no tiene valor histórico y está en condiciones de ruina"
Enrique Catalina justifica la demolición en que el edificio no tiene valor histórico y en sus pésimas condiciones, que se han evidenciado en distintos derrumbes, como uno ocurrido en 2013.
"No se puede mantener ninguna ruina", ha trasladado a los periodistas al término de la comisión el responsable de Urbanismo, que hace hincapié, como señalan los técnicos de su área, que el cortijo de la Huerta de la Mariana no está inventariado.
La inversión necesaria para recuperarlo sería demasiado elevada, según el concejal, que recuerda también que el proyecto del parque recoge un mirador con pérgola para explicar lo que representaba.
La Huerta de la Mariana y el edificio que sigue en pie es "un ejemplo de nuestro pasado en una ciudad muy vinculada a su Vega", defiende la familia que fue propietaria
Junto a los trabajos, José Luis Hermoso Romero, un miembro de la familia que ha estado al frente de la propiedad, ha pedido al equipo de gobierno que recapacite. La Huerta de la Mariana y el edificio que sigue en pie es "un ejemplo de nuestro pasado en una ciudad muy vinculada a su Vega". Sería, ha resaltado, "una pérdida irreparable". Por ello le ha animado a que aproveche la oportunidad y recupere el inmueble para "beneficio de toda la ciudad" y para demostrar que Granada es "una ciudad culta que respeta su pasado".
José Luis Hermoso, este lunes mientras esperaba la decisión municipal. indegranada
Como ha explicado a los periodistas el presidente de la Asociación de Vecinos de La Rosaleda, Francisco Rodríguez, el origen de la huerta y el cortijo está a mediados del siglo XIX y en 1903 fue adquirida por la familia del escritor. Es, ha enfatizado, "el último resto de un cortijo de la Vega que está en el casco urbano y, aunque no tenga valor arquitectónico, sí lo tiene sentimental".
Por ello ha pedido al gobierno local "que se deje para el barrio, se restaure conforme se pueda y se le dé uso social y cultural".
La tramitación urbanística ha sido muy larga y con aspectos, como ya se ha indicado, aún sin resolver. Comenzó el proceso en 2006, que no ha concluido aún; se declaró en ruina en 2008 y, a día de la fecha, el inmueble no está registrado por el Ayuntamiento. En el original Plan Especial de Protección de la Vega se reconoció su valor histórico y patrimonial, según Hispania Nostra.
Un obrero trabaja en vallas de protección. indegranada
Desde 1908 ha pertenecido a la familia del escritor granadino Felipe Romero Olmedo (1929–1998), autor de la novela El segundo hijo del mercader de sedas, en la que evocó las tradiciones agrícolas y la convivencia en el Reino de Granada de las culturas cristiana, musulmana y judía. La calle adyacente a la Huerta de la Mariana lleva su nombre, como reconocimiento por parte del Excmo. Ayuntamiento de Granada a su figura literaria y a la vinculación de la finca con su familia".
El Ayuntamiento de Granada, que comenzó los trámites de expropiación en 2006, está decidido ahora a derribar lo poco que queda del último vestigio de la Vega en el casco urbano de Granada
La Asociación de Vecinos de la Rosaleda y la familia vinculada históricamente al inmueble, la del escritor Felipe Romero, autor del libro "El segundo hijo del mercader de sedas", reclama al gobierno local que dé marcha atrás en sus planes y valore rehabilitar el edificio para darle un uso sociocultural.
De la huerta ya solo queda en pie lo que fue el cortijo y este lunes operarios de Inagra iban a acceder para retirar los enseres de cara a su demolición. Para ello esgrimían autorización judicial. Al margen del error detectado en el auto, la realidad de la propiedad es un poco más compleja, al no haber hecho del todo bien su trabajo el Consistorio. Porque, aunque desde aquel 2006 se han dado pasos, los últimos recientemente, lo cierto es que el suelo sobre el que se quiere actuar es municipal pero el inmueble sigue estando en el Registro a nombre de una propietaria particular. A este último extremo le resta importancia el área de Urbanismo, que recuerda que la expropiación ya está compensada, aunque los propietarios del inmueble aún no han dado aún los pasos para recibir formalmente el dinero.