Por la boca muere el PP

A conceptos como suicidio, homicidio y genocidio el Tribunal Penal Internacional debería añadir el ‘semanticidio’, es decir, el asesinato del lenguaje. El mal uso deliberado del lenguaje rompe el contrato básico entre las personas, o sea, el acuerdo tácito sobre el uso apropiado de las palabras. Con lo cual, ustedes, señores del PP, y un servidor, no tenemos nada más que decirnos.
En el banquillo de los acusados encontraríamos a muchos periodistas, y como efecto colateral de nuestra desidia convertida en votos, a políticos de diversos partidos. Éstos, siempre ávidos de nuevas experiencias lingüísticas, han incorporado a la generosidad vocacional de su magisterio expresiones tales como: «Mentir no es un delito».
El filósofo Confucio escribió en un azucarillo: «Yo no puedo evitar que me mientas. Lo que sí puedo evitar es que me confundas». La frase, desconocida por M. A. R., que para eso fue ‘portacoz’ del criminal de guerra Aznar, ha pasado inadvertida a Feijóo que, en ese momento, estaba proponiendo la salvación de España. Sin embargo, el pueblo llano, que no está para chuminás, ya le exige a los políticos que llamen a las cosas por su nombre y que se dejen de neologismos y eufemismos para ocultar la verdad, que está clara a partir de las medidas propuestas. Porque una cosa es tomar medidas y otra tomarnos como ignorantes o imbéciles, ya que esto último es un insulto a la inteligencia, como aquello de «OTAN: de entrada, no» o lo de «Vamos a derogar la Ley Mordaza».
España es el único país europeo sin una legislación que obligue a mantener una transparencia efectiva. Por eso, en 2012, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, anunció en su primera comparecencia ante la comisión Constitucional del Congreso que el Ejecutivo recién estrenado remitiría a la Cámara una iniciativa denominada «Ley de transparencia, acceso a la información y buen gobierno». Pero no fue así.
El mismo día que presentaron los presupuestos de 2012, Cristóbal Montoro —ministro de Hacienda— llamó al proyecto de amnistía fiscal «medidas excepcionales para incentivar la tributación de rentas no declaradas».
Una cosa es que aquel ministro culterano –palabra compuesta de “culto” y “ano”– no quisiera llamar al pan, pan y al chorizo, amnistía, y otra que nunca conociésemos quienes eran los defraudadores. Y así hasta hoy…
Ángela Claverol, presidenta de Amama Sevilla, junto a compañeras de la asociación, a las puertas de los juzgados de la capital andaluza, tras presentar la primera denuncia por el escándalo del cribado del cáncer de mama. Imagen de Mañaneros 360 de La 1.
Cuestión de gustos. A unas les gusta “la fruta”, a otros las “chistorras” y, a otros, los toros. Como al experto en nada Antonio Sanz, consejero de Sanidad de Andalucía, que en el Día Mundial contra el Cáncer de Mama (19 de octubre) se va a una novillada cantando aquello de «No me gusta que a los toros te lleves el cáncer de mama» y se vuelca más en las redes con la corrida que con las afectadas por los cribados. Fecha clave ya que, según la Junta, cuando comenzaron las denuncias, se redujo a unos pocos casos, luego el 2 de octubre la elevaron a 2.000 y ahora a 2.317. Con el añadido de la gravísima desaparición de datos de pacientes y la manipulación de datos que pasaron de «sospechoso» o «dudoso» a «probablemente benigno».
Y una advertencia de Rafael Ojeda, presidente del Sindicato Médico Andaluz: «Lo que hoy es una crisis en los cribados puede convertirse en la desaparición de la sanidad pública en cuatro o cinco años».
El PP está empeñado en demostrar que los andaluces nacimos en un callejón sin salida, pero el modelo no es original, procede de Madrid donde, puestos a privatizar, el Ayuntamiento, ha decidido privatizar el aborto proclamando el acientífico "síndrome postaborto". Ante las protestas de PSOE y Más Madrid, el alcalde Almeida admite su error al apoyar la iniciativa de Vox, pero no anula la propuesta y califica a los ‘protestantes’ de «indigentes intelectuales». Él, como testigo protegido, debería saber lo que dice.
En 2007 escribí el libro Flamenco de Ley donde recopilé 819 cantes relacionados con la Justicia. En la investigación encontré una crónica de 1894 publicada en el diario La Correspondencia de España donde aparece esta información: «En la tarde del viernes el cantador flamenco M. B. fue herido de bala tras un enfrentamiento en un colmado. Fue llevado urgentemente a un hospital cercano donde fue declarada su defunción. Más tarde, trasladado a un hospital mejor, los médicos calificaron su estado de vivo».
Si no tuviste la oportunidad o quieres volver a leer el primer artículo de Paco Espínola en su nueva sección De Bar en peor:

























