En Navidad, consume productos de Granada.
UN RECORRIDO POR EL PATRIMONIO Y LA HISTORIA DE GRANADA XI

Los vidrios de Iliberri hallados en el Zacatín, la ofrenda ritual al río Darro que guarda el Museo Arqueológico

Cultura - M.A. - Domingo, 6 de Septiembre de 2020
En esta nueva entrega dedicada a conocer la extraordinaria colección del Museo Arqueológico de Granada, indagamos en el depósito de materiales encontrado durante una excavación arqueológica en el Zacatín.
Los vidrios hallados en el Zacatín.
Inmaculada de la Torre Castellano Museo Arqueológico
Los vidrios hallados en el Zacatín.

En 1999, tras una excavación arqueológica en el número 10 de la calle Zacatín, quedó documentada la existencia de un gran depósito de materiales. En la fosa los arqueólogos encontaron una gran cantidad de fragmentos de cerámica de diversos tipos (griega, púnica e ibérica), metales (bronce y hierro), marfil, hueso, restos de huevo de avestruz, algunos de ellos pintados, concha y carbón, y vidrio (en su mayoría ungüentarios), incluida una cuenta de collar.

En números, hay hasta 5.000 fragmentos de cerámica que alcanzan casi los 40 kilos de peso; los investigadores han cuantificado 227 objetos, entre ellos 185 vasos de cerámica, una veintena de vidrio y 9 fusayolas -piezas para hilar-. La fosa, que sería la primera utilización humana de este espacio hacia el 375 a.C., lugar que no se volvería a utilizar hasta el siglo XII, no quedó excavada en su totalidad, pues se introducía en otro edificio colindante. Se desconoce por tanto su dimensión original.

Las fotografías corresponden a la excavación. Los trabajos fueron realizados por el Taller de Investigaciones Arqueológicas de Málaga. 

Estos materiales, asociados a los siglos V y IV a.C., se adscriben al ámbito del oppidum ibérico de Iliberri -en el corazón del Albaicín-.

Pero, como detalla la arqueóloga Inmaculada de la Torre Castellano, del Museo Arqueológico de Granada, una de las autoras de los distintos trabajos consultados para presentar estas piezas que ha estudiado desde su hallazgo, "el depósito del Zacatín no está relacionado físicamente ni con el poblado del Albaicín, ni con sus necrópolis extramuros, ni con otras estructuras inmediatas del solar. La única relación física y espacial evidente de este depósito es con el río Darro".

Imagen del material. Fotografía: Inmaculada de la Torre 

Se trata de una fosa, sellada con fuego -lo que se confirma porque muchos de los objetos presentan signos de una exposición a una fuente de calor- y asociada a un ritual o ceremonia que no tuvo carácter funerario. En su interior se depositaban los objetos utilizados en las ceremonias. Entre el material destaca una "gran concentración de objetos de lujo importados", como vasos para beber vino -sobre todo copas de figuras rojas- y recipientes para contener ungüentos y perfumes".

"Esta acumulación de materiales documentada en un solo complejo estructural es algo insólito y hasta el momento el contexto de este depósito del siglo IV a.C. es único en la Península Ibérica", subraya Inmaculada de la Torre en el avance del estudio de ese hallazgo presentado, en 2008, en el I Congreso Internacional de Arqueología Ibérica Bastetana celebrado en Madrid. 

Llama especialmente la atención la abundancia de piezas de vidrio y el hecho de que no estén asociadas a un rito funerario. El color más frecuente de base es el azul y las decoraciones se realizan con hilos de vidrio formando cenefas zigzagueantes y plumas en color amarillo, verde y blanco.

"El contexto de los vidrios de Zacatín es extraordinario también porque es el primero documentado que no está relacionado con un santuario, ni con un ambiente funerario ni en contexto de poblado, sino en un depósito aislado extramuros. De hecho, las últimas interpretaciones apuntan a un depósito votivo dedicado al río Darro en cuanto divinidad protectora del oppidum de Iliberri, ya que incluso parece repetirse el fenómeno algún tiempo más tarde con otro depósito próximo al lecho fluvial, situado algo más abajo en la calle San Antón y datado esta vez en el siglo I aC (Sánchez Moreno 2016: 77)", detalla el artículo "Objetos de vidrio en un conjunto cerrado de Iliberri (Granada) en el siglo IV aC" firmado por Inmaculada De la Torre, Justo Sol Plaza, Andrés Adroher y Julia García. 

Es "indudable", destacan, que se trata de "uno de los conjuntos de elementos de vidrio más importantes de toda la península ibérica y el Mediterráneo occidental". 

Sobre el vidrio

Tras indicar que los estudios sobre el vidrio en Arqueología son menos numerosos que otros materiales, los autores explican que su procedencia se suele enmarcar en el Mediterráneo oriental y está constatada la existencia de conocimientos técnicos para fabricarlo desde al menos el II milenio a.C. Los objetos hallados en Granada se encuadran en la segunda mital del I milenio a.C., concretamente -apuntan los investigadores- en el segundo tercio del siglo IV a.C., que es cuando tiene lugar el ritual que da paso al depósito del Zacatín.

En un primer momento, los materiales fueron adquiridos "básicamente por el contenido de aceite, perfumes y ungüentos de los que estaban rellenos y eran contenedores, siendo esa posiblemente su función primaria dentro del ritual, es decir, que en el ritual que dio como consecuencia este depósito votivo, los perfumes, en cualquiera de los formatos anteriormente documentados, estaban presentes en la liturgia desarrollada". 

Según el estudio que llevó a cabo el Departamento de Restauración del Museo Arqueológico de Granada sobre el contenido de los ungüentarios, se hallaron aceites vegetales, aceites esenciales de plantas, derivados lácteos, derivados de productos procedentes del mar y vino, y derivados alcohólicos.

Las piezas, abunda el estudio anteriormente referenciado, "se rompieron de manera desordenada" y se arrojaron "anárquicamente" a la fosa. 

En el estudio se determina de qué manera pudieron emplearse los objetos según su modelo y especialmente la forma de sus bocas. Aquellas con las bocas de seta que dificulta la salida de los líquidos corresponde a objetos que debieron contener aceites y bálsamos para ungir, es decir, que no se derramarían anárquicamente. En cambio, aquellos con bocas trilobuladas, indicada para verter líquidos poco densos habrían contenido perfumes y otros productos cosméticos de cierta fluidez e importantes para el ritual.

Los autores inciden en aquellas piezas utilizadas para la unción, apuntando al "profundo grado de sacralidad del evento que tuvo lugar en la margen derecha del río Darro".

Recuerdan también que el vidrio es un material de elevado coste y, por ello, destinado a guardar las esencias de mayor calidad. Del mismo modo precisan que el contenido original de los objetos finalmente arrojados a la fosa con carácter de ofrenda ya estaba agotado antes de depositarlos en el Zacatín. Los objetos debieron ser rellenados, probablemente para la ocasión. Antes incluso podrían haber tenido un uso decorativo.

Publicaciones utilizadas:

Cuantificación en cerámica, ¿ejercicio especulativo o ejercicio hipotético? Las cerámicas ibéricas y púnicas en la Iliberri del siglo iv a.C. procedentes del depósito de la calle Zacatín (Granada). Autores: Andrés María Adroher Auroux, Universidad de Granada; Amparo Sánchez Moreno, Universidad de Granada; Inmaculada de la Torre Castellano, arqueóloga.

Objetos de vidrio en un conjunto cerrado en Iliberri (Granada) en el sigloIV aC. Pyrenae Vol. 49. Autores: Justo F. Sol Plaza; Andrés M. Adroher Auroux, Universidad de Granada. Facultad de Filosofía y Letras. Área de Arqueología; Julia García González, Universidad de Málaga. Facultad de Filosofía y Letras. Departamento de Historia del Arte; Inmaculada de la Torre, arqueóloga Museo Arqueológico de Granada. 

Avance del estudio de materiales del depósito del Zacatín (Granada): aproximacion cuantitativa y tipológica de la cerámica del depósito. Autora. Inmaculada de la Torre Castellano. Museo Arqueológico y Etnológico de Granada. Universidad Autónoma de Madrid. Primer Congreso Internacional de Arqueología Ibérica Bastetana. Comunicaciones.

Las fotografías utilizadas corresponden a Inmaculada de la Torre Castellano y a los profesionales que llevaron a cabo la excavación y han sido facilitadas por el Museo Arqueológico de Granada. 

Puedes conocer otras piezas singulares que forman parte de los fondos del Museo Arqueológico de Granada en los siguientes enlaces: