"La memoria es el único lugar donde los nuestros pueden seguir viviendo"

El Pósito de Loja acogió este viernes por la tarde el primero de los actos organizados para reivindicar la memoria de víctimas del golpe militar de 1936 y de la dictadura franquista en la comarca, un hermoso encuentro que reunió a familiares, memorialistas y activistas por los derechos humanos.
El objetivo del acto celebrado en el Pósito de Loja, dar voz a los familiares de víctimas que han sido "silenciadas" durante décadas en un acto "sencillo" y con una mirada lojeña para la verdad, la justicia y la reparación
El objetivo, dar voz a los familiares de víctimas que han sido "silenciadas" durante décadas en un acto "sencillo" y con una mirada lojeña para la verdad, la justicia y la reparación, como trasladó en la presentación Sacramento Jáimez, de APDHA, que resaltó la necesidad de recordar y conocer, en un momento en el que crecen los discursos de odio y se lanza una imagen distorsionada, a los más jóvenes, de lo que de verdad supuso el franquismo, banalizándola.
Ella recordó una cita de Paul Preston, que deja "el corazón helado, como diría Almudena Grandes". En concreto, una cita del historiador que señalaba que Franco, el 4 abril de 1937, explicó al embajador de la Italia fascista que para él "la victoria significaba la aniquilación del número más elevado y posible de republicanos" y la "humillación y el terror" de la población. Así, "se restauró el honor de las víctimas de los vencedores, pero no se permitió ni enterrar ni saber dónde estaba su cuerpo", a los familiares de las víctimas republicanos.
En el acto intervinieron Natalia García Caballos, de APDHA Granada, Francisco Maroto y Concha García, de Amnistía Internacional, los dos colectivos organizadores del acto junto a memorialistas de Loja; además de Rafael Gil Bracero, profesor e investigador de la Memoria Democrática desde hace décadas, que preside la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica; Alfonso Martínez Foronda, luchador por las libertades y autor de excepcionales investigaciones para la recuperación de la memoria; la forense Elisa Cabrerizo, que forma parte del equipo que trabaja en Cuelgamuros; y Juan Pérez Unquiles, otro luchador por las libertades durante el franquismo. Además, clausuró el acto la fiscal de Derechos Humanos y Memoria Democrática, Montserrat Luque.
"No se trata de un ejercicio del pasado ni de una cuestión de nostalgia, sino de un acto que nos interpela en el presente"
Natalia García Caballos, de APDHA Granada, hizo hincapié en que la Memoria Histórica es, ante todo, "un compromiso con la justicia y con los derechos humanos". "No se trata de un ejercicio del pasado ni de una cuestión de nostalgia, sino de un acto que nos interpela en el presente". La Memoria, prosiguió durante su intervención, "no es neutral, porque no los somos las personas". "La represión que sufrieron miles de mujeres y hombres, con fusilamientos, desapariciones, cárcel, trabajos forzados y exilio, no fue un accidente ni una consecuencia inevitable de la guerra, fue una política planificada y sostenida por un régimen que buscaba eliminar la pluralidad, acallar el pensamiento critico y suprimir las libertades mas básicas, un intento de borrar la diversidad y el intento de hacer un país mejor".
Recordar, abundó en su reflexxión, es "un acto revolucionario", lo que ocurrió fue "injusto" y no se puede "blanquear ni relativizar". Las víctimas y sus familiares merecen reparación y reconocimiento y los más jóvenes tienen "derecho a saber qué ocurrió". La Memoria Democrática, avanzó, es una "herramienta imprescindible del presente" para saber de dónde venimos y determinar hacia dónde no queremos ir.
Natalia García Caballos hizo hincapié en que "los derechos no están garantizados; la democracia es frágil si no se trabaja". "El silencio solo favorece a quienes se beneficiaron de la impunidad" y "recordar nos alerta frente a discursos de odio". No es, defendió, un asunto privado, "es un asunto colectivo" que ayuda a dignificar y que también ayuda a recordar los valores por los que lucharon las víctimas, que pelearon por la justicia, la libertad, la igualdad y la esperanza de un futuro mejor.
La Memoria Democrática nos coloca, dijo, "ante una disyuntiva ética y política", preguntándonos "de qué lado estamos, del lado del olvido y la impunidad o de la dignidad y la justicia". "Recordar -concluyó- es resisitr, reparar y construir".
Como indicó Gil Bracero, actos como el organizado en Loja son necesarios para "enseñar a los que vienen detrás", porque "no es que no tengan interés, es que ni siquera lo han visto". Es "un debe".
La parte más emotiva la pusieron los familiares de las víctimas lojeñas. Como coincidieron en resaltar los testimonios escuchados, querían romper el silencio, porque "recordar no es quedarse en el pasado, es una manera de dignificar a quienes sufrieron, darles el lugar que les fue arrebatado, buscar la verdad, la justicia y recuperar la dignidad".
Durante el acto se alertó de que resurgen discursos que banalizan la dictadura.
Emocionó escuchar a Antonia, hija de Miguel Herrero Campaña, jornalero. Ella pidió que no se olvide su historia, "porque es también la historia de este país"
Y emocionó escuchar a personas como Antonia, hija de MIguel Herrero Campaña, nonagenaria, que trasladó, como ella dijo, una historia como "la de muchos jornaleros andaluces". Ella es la pequeña de cinco hermanos que creció en "el hueco que deja la violencia cuando se disfraza de orden". Recordó que, tras ser detenido, su madre iba cada día a llevarle comida y ella siempre se ha preguntado "qué podía llevarle si apenas tenían nada para comer; eran cinco bocas, demasiadas para tan poco pan". Fue cada día hasta que le dijeron que ya no estaba. Sin avisarles, sin opción de despedirse. Lo mataron con apenas 40 años. En el expediente confeccionado después, se le acusó de rebelión. "Qué curioso que se acusara de rebelión a quienes permanecieron fieles al gobierno democráticamente elegido".
Ella dejó un mensaje contundente: "no quiero compasión, solo que no se olvide mi historia, porque es también la historia de este país". "La memoria -añadió- es el único lugar donde los nuestros pueden seguir viviendo con justicia. Hoy levantamos la voz por aquellos a los que hicieron callar".
En los recuerdos de los familiares, también el dolor de las mujeres que quedaron viudas, a los hijos que quedaron huérfanos.
El programa de actos continúa este sábado en el cementerio de Loja, donde se rendirá homenaje a las víctimas que yacen en fosas.
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