Hoy, ya jubilado, se ha convertido en una de las voces más activas de Jubilados por el SAS, un movimiento cívico formado por profesionales retirados del Servicio Andaluz de Salud que han decidido alzar la voz ante lo que consideran una degradación progresiva del sistema sanitario público

Hoy, ya jubilado, se ha convertido en una de las voces más activas de Jubilados por el SAS, un movimiento cívico formado por profesionales retirados del Servicio Andaluz de Salud que han decidido alzar la voz ante lo que consideran una degradación progresiva del sistema sanitario público.

Su conversación, serena pero cargada de preocupación, revela la mirada de quienes lo han vivido todo: la construcción, el esplendor, la crisis y el miedo al colapso.

"No podíamos quedarnos quietos viendo cómo se deteriora el sistema que construimos"

Prados explica que el grupo nació de un sentimiento común:

“Hemos trabajado toda nuestra vida en esto. Conocemos el sistema profundamente y vemos un deterioro evidente y progresivo. No podemos quedarnos jubilados sin hacer nada”.

El temor principal es claro:

“Cuando las cosas se dejan, cuando no se supervisan, cuando no se dotan de recursos, se van a pique. Y no podemos permitir que el sistema público, que ha sido de los mejores del mundo, se derrumbe”

Que la degradación asistencial empuje hacia una privatización de facto del modelo sanitario andaluz, con la consiguiente pérdida de equidad, accesibilidad y cohesión.

“Cuando las cosas se dejan, cuando no se supervisan, cuando no se dotan de recursos, se van a pique. Y no podemos permitir que el sistema público, que ha sido de los mejores del mundo, se derrumbe”.

El “factor vergüenza” y el caso del cribado de cáncer de mama

Prados señala un ejemplo reciente que considera un símbolo del deterioro: los problemas detectados en el programa de cribado de cáncer de mama en Andalucía.

Recuerda que en los años en los que participó en estudios de calidad asistencial existía lo que se denominaba “factor vergüenza”: situaciones que el sistema debía garantizar que nunca ocurriesen.

“Lo ocurrido con el cribado es uno de esos factores vergüenza. Había controles, dobles evaluaciones y mecanismos que evitaban fallos graves. Se han ido abandonando”

“Lo ocurrido con el cribado es uno de esos factores vergüenza. Había controles, dobles evaluaciones y mecanismos que evitaban fallos graves. Se han ido abandonando”.

El médico recuerda con nostalgia el registro de cáncer de Granada, un modelo pionero, y los Procesos Asistenciales Integrados (PAI), como el de cáncer de mama, elaborados con consenso de profesionales de toda Andalucía.

“Muchos de esos documentos se guardaron en cajones. Me alegra que el presidente de la Junta lo haya recuperado, pero lo importante es aplicarlo”.

La amenaza sobre la Atención Primaria: pérdida de longitudinalidad y precariedad

Si hay un eje que preocupa especialmente a Prados es la situación de la Atención Primaria, la base del sistema y el ámbito donde él dedicó su vida profesional.

“La Atención Primaria no puede funcionar bien en un sistema privatizado. Su esencia está en lo público”

Lo resume de forma tajante:

“La Atención Primaria no puede funcionar bien en un sistema privatizado. Su esencia está en lo público”.

La pérdida de longitudinalidad, un riesgo para la salud

Prados explica por qué es clave que los pacientes tengan el mismo médico y enfermera a lo largo de los años:

“Cuando se contrata a médicos como ‘dispositivos de apoyo’ que van de un centro a otro, se destruye la longitudinalidad. Sin continuidad, el sistema pierde eficiencia y seguridad”

• reduce mortalidad,
• evita pruebas y derivaciones innecesarias,
• mejora la seguridad en pacientes crónicos y polimedicados.

Y alerta:

“Cuando se contrata a médicos como ‘dispositivos de apoyo’ que van de un centro a otro, se destruye la longitudinalidad. Sin continuidad, el sistema pierde eficiencia y seguridad”.

El riesgo para las nuevas generaciones de médicos de familia

Prados ha contribuido a formar a más de 1.500 residentes. Sin embargo, se muestra inquieto ante el futuro de la especialidad.

“Me da miedo que los residentes se desilusionen, que se sientan solos, sin supervisión. Que huyan a la medicina privada o a otras especialidades más ‘comerciales’. Ser médico de familia es dificilísimo, pero requiere apoyo, reconocimiento y tiempo para reflexionar”.

“Nadie va al centro de salud a pedir promoción de la salud. Si los equipos no tienen tiempo para planificar y trabajar con la comunidad, eso desaparece”

“Nadie va al centro de salud a pedir promoción de la salud. Si los equipos no tienen tiempo para planificar y trabajar con la comunidad, eso desaparece”.

El equipo ideal: la UAF que se perdió

El médico reivindica la UAF (Unidad de Atención Familiar), formada por:

• médico/a de familia
• enfermera/o de familia
• trabajador/a social
• administrativos
• celadores

“Esa organización era la esencia del trabajo en Atención Primaria. Hoy está fragmentada”

Con reuniones regulares, autonomía y objetivos de salud claros.

“Esa organización era la esencia del trabajo en Atención Primaria. Hoy está fragmentada”.

Desigualdades, pobreza y salud: el papel que no puede desaparecer

Prados trabajó años en la zona de Palma-Palmilla (Málaga), una de las áreas más pobres de España.

Considera que la pérdida de capacidad de actuación comunitaria y domiciliaria daña particularmente a quienes más necesitan el sistema

“Las zonas de transformación social necesitan más recursos que el resto. Si no los reciben, el sistema deja de ser equitativo”.

Considera que la pérdida de capacidad de actuación comunitaria y domiciliaria daña particularmente a quienes más necesitan el sistema.

La mirada del usuario: “Me preocupa la desorganización y la falta de seguridad”

Ya como usuario del sistema, Prados reconoce que su percepción es más dura:

“Hay grandes profesionales dejándose la piel, pero el sistema no se lo pone fácil”

• citas duplicadas o tardías,
• pruebas sin revisión,
• escasa coordinación entre niveles,
• pérdida de cultura de seguridad,
• falta de evaluación.

“Hay grandes profesionales dejándose la piel, pero el sistema no se lo pone fácil”.

Cómo debería ser el sistema sanitario en España: un modelo inteligente, público y evaluado

Para Prados, el futuro pasa por:

1. Garantizar el acceso universal y público.

Recuperar la organización, la evaluación y la seguridad clínica

2. Recuperar la organización, la evaluación y la seguridad clínica.

3. Potenciar la investigación en Atención Primaria, especialmente ensayos clínicos de efectividad con población general.

4. Impulsar la docencia y la supervisión real de los residentes.

Motivar a los profesionales, también con reconocimiento social

5. Aprovechar la inteligencia artificial como apoyo, nunca como sustituto.

6. Motivar a los profesionales, también con reconocimiento social.

"No es solo salvar la Atención Primaria: es evitar el colapso del sistema"

Prados concluye con una reflexión que funciona como advertencia:

“Si la Atención Primaria falla, no solo se hunde lo público. Se hunde todo el sistema sanitario, también el privado. Estamos a tiempo, pero hay que actuar”.

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