En Navidad, consume productos de Granada.
Llamada a la unidad del movimiento memorialista

En nombre de la dignidad y la justicia: Homenaje a las víctimas del franquismo en la tapia del terror

Ciudadanía - J.I.P. - Viernes, 20 de Julio de 2018
Descendientes de represaliados del franquismo, tres de los cuales emocionaron con el desgarrador recuerdo de sus familiares, asociaciones memorialistas y las instituciones, a las que por primera vez se sumó la representante del Gobierno, rindieron este viernes al caer la tarde, junto a la tapia del cementerio de Granada, un sentido homenaje a los 4.000 fusilados en ese muro del terror, que fue extensible a todas las víctimas del fascismo en Granada y en todo el país, tras el cruel Golpe de Estado de 1936, que dio origen a la Guerra Civil y los años del horror de dictador.
Más asistencia que en años anteriores al homenaje a las víctimas del franquismo en la tapia del cementerio de Granada.
P.V.M.
Más asistencia que en años anteriores al homenaje a las víctimas del franquismo en la tapia del cementerio de Granada.

En la tapia, que aún conserva agujeros de las balas de los fusilamientos, declarado Lugar de la Memoria por la Junta de Andalucía el 10 de octubre de 2012, cayó abatido, el día 22 de septiembre de 1936, Sebastián Arganza Puertas, vecino del Albaicín, donde las mujeres sacaban sábanas blancas para saludar a la República, lo rememoraba esta tarde su sobrrina nieta, Minerva Alganza Roldán.

La sirvienta del capitán que lideraba aquel pelotón de fusilamiento contó a la familia cómo un hombre corpulento y con largos bigotes se trataba de zafar de las ataduras. Era Sebastián, propietario, de 45 años, que se declaraba un hombre inocente. Su cadáver fue arrojado en una fosa junto a otros dos fusilados aquel día. En los años 60, la familia pudo recuperar sus restos para darle sepultura, junto a la de los otros dos compañeros, en un nicho de su propiedad, porque según dijo su hija, eran“hermanos de muerte”..

Minerva Alganza Roldán recuerda a sus tres familiares asesinados. P.V.M.

Uno de los tres familiares de Minerva Alganza Roldán recordados hoy, asesinados por aquel “genocidio ideológico y de clase”.

"El sobrino mayor de Sebastián era mi abuelo, José Alganza Granizo, también albaicinero. Durante el poco tiempo que asistió a la escuela, demostró no solo gran inteligencia, sino dotes artísticas. Pero la pobreza de su familia lo obligó a trabajar desde niño, en la Fábrica de Cerámica de Fajalauza, donde llegaría a ser oficial de pintura. Aficionado al flamenco, anticlerical y libertario, tuvo una participación muy activa en los paros y huelgas de su empresa para exigir mejoras en las condiciones de trabajo, en particular, de los niños aprendices. Siempre estaba dispuesto a secundar las movilizaciones sindicales y muchas veces fue el portavoz de sus compañeros frente a los patrones. Como represalia, cuenta mi tía Pepa, su hija, también era de los primeros que mandaban al paro y por tanto a la familia le tocaba ayunar".
 
"Sobre las 1 de la madrugada del 13 de noviembre de 1936 llamaron a la puerta del primer piso de una casa de vecinos de la Placeta del Salvador, donde dormían mis abuelos y sus cuatro hijos. Al abrir, entraron cuatro individuos armados con metralletas y con el uniforme de la Guardia Civil, mientras otros permanecían en la escalera de la casa. Sacaron a mi abuelo de la cama y se lo llevaron a medio vestir. Poco después se oyó arrancar un camión. Al amanecer, mi abuela fue a buscar a su suegra y su cuñada y las que encontró llorando. Ella pensó que ya se habían enterado del arresto de mi abuelo, pero entonces supo que esa misma noche también se habían llevado al marido de su cuñada, Juan de Dios Carpintero Talavera. Es el tercer nombre de familares míos que figura en el Memorial, y era un humilde hojalatero ambulante con tres hijos, la última una niña de pecho", relató Minerva Alganza Roldán.

La odisea de Gregorio Gutiérrez Calvillo, desde su nacimiento en el pueblo gaditano de Villaluenga del Rosario, incluida la huida de Málaga en La Desbandá, hasta caer abatido en Cerro Negro, Órgiva, enrolado en la 55 Brigada Mixta, fue narrada por su nieta, Eulalia Barea Gutiérrez, quien hace 15 años comenzó la búsqueda para recomponer el puzle de la vida de su abuelo en la Guerra Civil, ayudado por la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica.

De su abuelo apenas conserva la familia unos pocos recuerdos, entre ellos, una cartera con poca documentación que aun guardaba unos cupones de descuentos para adquirir productos en Almería, facilitados por la UGT.“ Era "un combatiente por la libertad e independencia de su país”, ssegún se escribió a su esposa en una carta fechada el 15 de marzo de 1937.

Pedro Martín López glosó la vida de su abuelo, José Martín Navas. Jornalero. Tenía 46 años cuando fue fusilado en la tapia del cementerio de Granada, donde desde hace un año un impresionante memorial recuerdas los nombres de todas las víctimas masacradas en este muro del terror.

Pedro Martín López y su hijo, Pedro, honraron la memoria de su abuelo. P.V.M.

Fue su hijo, Pedro, ante la emoción que embarga a su padre, quien leyó fragmentos del diario en rima que su bisabuelo escribió a su mujer y sus cuatro hijos, cuando sabía su fatal destino, por las hordas fascistas, “no por criminal, sino por defenderte”.

En su carta final, el reparto de sus escasas pertenencias para su mujer, y sus hijos, Miguel, Pepito, Manolo y Juanito. Ese niño Juanito, rompía a llorar, ahora como un anciano, sentado entre los varios cientos de presentes, algunos con banderas republicanas, en una afluencia superior a la de otros años

En su carta final, el reparto de sus escasas pertenencias para su mujer, y sus hijos, Miguel, Pepito, Manolo y Juanito. Ese niño Juanito, rompía a llorar, ahora como un anciano, sentado entre los varios cientos de presentes, algunos con banderas republicanas, en una afluencia superior a la de otros años.

Antes, el turno de los portavoces de tres asociaciones memorialistas que, pese a los esfuerzos y las llamadas de instituciones, sindicatos y algunos partidos, volvieron a convocar otro acto por separado, en el caso de Verdad, Justicia y Reparación y 14 de Abril, junto a otras entidades, celebrado el pasado miércoles, 18 de julio.

José García Llorente, de la Asociación 14 de Abril para la Recuperación de la Memoria Histórica en la Costa de Granada, recordó a las 690 mujeres encausadas en Granada y a las 200 de ellas sentenciadas a muerte. Y en su crítica intervención reclamó “algo más que gestos, diligencia y voluntad” y a este respecto se quejó de si es que hacía falta una comisión técnica para delimitar la responsabilidad de Queipo de Llano. Y llamó a “desterrar el franquismo y avanzar hacia la III República”.

Un acto emotivo en el que se lanzaron mansajes hacia la unidad del movimiento memorialista. P.V.M.

En nombre de la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación, Francisco Vigueras, elevó las críticas y tras recordar los triunfos del movimiento memorialista, dijo sentirse “incómodo” por el hecho de que la “bandera monárquica” presidiera el acto  y no la republicana. Criticó que en Granada aún se mantenga más de 20 calles con nombres franquistas y que aún no se le haya dedicado una a Manuel Fernández Montesinos, último alcalde de la República, lo que el alcalde Francisco Cuenca, en su intervención posterior, aseguró que así se le iba a honrar.

Rafael Gil Bracero argumentó que la Memoria es “multipartidista y no pertenece a nadie, sino a todos y todas” –“las víctimas no tiene apellidos” ejemplificó para subrayar su argumento- y agregó que el peor daño al movimiento que cada vez toma más cuerpo y ocupa más espacio es su “instrumentalización”, por lo que pidió unidad para próximas convocatorias

Rafael Gil Bracero, presidente de la Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica, defendió la presencia de las instituciones, un apoyo que desde sus orígenes el movimiento memorialista reclamaba para que, precisamente, la Memoria Democrática formara al fin parte de la política pública.

Y sentenció que la Memoria es “multipartidista y no pertenece a nadie, sino a todos y todas” –“las víctimas no tiene apellidos” ejemplificó para subrayar su argumento- y agregó que el peor daño al movimiento que cada vez toma más cuerpo y ocupa más espacio es su “instrumentalización”, por lo que pidió unidad para próximas convocatorias.

Llamadas a la unidad

Desde las instituciones –Ayuntamiento, Diputación de Granada, Junta de Andalucía y Subdelegación del Gobierno- apelaron a la unidad.

Francisco Cuenca, alcalde de Granada, expresó su “orgullo” de ser socialista en actos como este, en una intervención que concluyó con un “Viva la República”.

Imaculada López Calahorro, como subdelegada del Gobierno, en la primera vez que asiste representación del Gobierno. P.V.M.

El presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, significó su identificación con este homenaje, puesto que con los honrados, aquí fusilados, compartía, dijo, “los mismos valores que defendían: la dignidad, la lucha democrática, la libertad, el respeto al que opine de forma distinta, el valor por la igualdad.

“Este acto de Memoria es una exigencia democrática para todos y todas”, subrayó Entrena

“Este acto de Memoria es una exigencia democrática para todos y todas”, subrayó el también secretario provincial del PSOE de Granada.

Por primera vez, la representación del Gobierno estuvo presente en este acto, cuyos orígenes se remontan a 1996, y con asiduidad desde 2002.

Inmaculada López Calahorro, subdelegada del Gobierno, glosó los cambios legislativos que promueve sobre Memoria el Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez, con la intención de dignificar a las víctimas y sus descendientes y alejar el fantasma del franquismo.

María José Sánchez coloca una rosa roja en el memorial a los fusilados en la tapia. P.V.M.

En nombre del Gobierno andaluz, María José Sánchez, consejera de Igualdad y Políticas Sociales, honró en su intervención a las mujeres, asesinadas y represaliadas por el franquismo. “Por todas esas y las que no ya no están, estamos aquí”. La consejera con fuerza llamó a la unidad del movimiento memorialista al recordar que la fuerza emana de la unión, de los que logren tejer acuerdos. Y así, pidió que el año próximo estuvieran en un único acto todas las asociaciones memorialista, “con las banderas que sean”.

Y la noche cayó. P.V.M.

El himno de Andalucía sonó para cerrar un acto presentado por la periodista María Andrade, ya casi de noche.

Muchos de los presentes, acompañados por los representantes de las instituciones, procedieron a honrar a familiares con flores, entrelazadas en los nombres de los fusilados en el imponente memorial, frente a la tapia del cementerio.